¿Qué es la gripe aviar?
ANTE LA GRAVEDAD de este proceso infeccioso para el hombre, basada en la persistencia de la infección, la ruptura de la barrera interespecie, la letalidad creciente, unido todo ello a los vaticinios de la OMS de una posible pandemia, más o menos próxima, producida por el virus de la Influencia Aviar tipo A, con miles de millones de enfermos y de 2 a 7 millones de bajas humanas, se hacen necesarias las siguientes consideraciones: La historia de la Influenza Aviar producida por el Orthomyxovirus tipo A, en sus diferentes subtipos patógenos nos demuestra que la enfermedad no era transmisible al hombre y, en las primeras décadas del siglo XX se confundía con la enfermedad de Newcastle, producida por un Paramyxovirus, por su semejanza clínica y anatomopatológica. Es a partir del brote epidémico de Influenza Aviar de Hong Kong, 1997, cuando el virus cruza la barrera de especie y presenta una letalidad para el hombre del 30% y que parece haberse acentuado en los focos sucesivos del Sudeste de Asia. La posible pandemia temida por la OMS se fundamenta en las siguientes características y posibilidades: La fácil variación genética de los Myxovirus en general y Orthomyxovirus especialmente, bien por acumulación de mutaciones puntuales o variación menor con deriva genética, que afecta, parcialmente, a los antígenos víricos superficiales HA y NA o a cambios profundos en el genoma vírico, con reorganización y reordenación genética de los 8 segmentos cromosómicos, o hibridación de estirpes humanas con cepas animales (aviares, porcinas, equinas) por coinfección celular. En este caso se trata de una variación mayor que afectaría de forma radical a los antígenos de la superficie del virión, de tal manera que el hombre quedaría indefenso ante una pandemia, en tanto no hubiese vacunas disponibles frente a los novísimos antígenos superficiales del virus. Este tipo de recombinación genética y reordenación cromosómica, puede tener lugar en el hombre, en las aves o en el cerdo, calificado por los anglosajones de «mixing vessel» o especie coctelera, apta para mezclar estirpes de virus influenza de diferente origen, tal y como parece haber sucedido en las pandemias de 1918 y 1929. La recomendación hecha en ciertos brotes de Influenza Aviar de vacunar al personal que atiende al manejo de explotaciones avícolas trata de interferir las dobles infecciones, humana y aviar, con la consiguiente coinfección y sus consecuencias genéticas. En este peligro de coinfección puede estar el origen de una pandemia. La extrema variabilidad de los Myxovirus, el problema de los reservorios, muy principalmente aves migratorias acuáticas de los Órdenes Anseriformes y Charadriiformes, el hecho de que la historia nos recuerde las tres o cuatro pandemias gripales que ha soportado el hombre en cada siglo, son factores que pueden conducir al pesimismo y afectar a la misma OMS. Resulta ciertamente difícil, sin embargo, hacer un análisis prospectivo de un tema tan complejo como la infección y contagio humano por Orthomyxovirus gripales, con tantas variables biológicas, si bien somos optimistas porque la humanidad está acumulando conocimiento, armas y medios para luchar con ventaja frente a cualquier enfermedad infectocontagiosa. En el caso que nos ocupa son hechos positivos y esperanzadores, la sorprendente estabilidad de la cepa de virus influenza H5N1, causa de la gripe aviar del Sudeste Asiático, por una parte, y las recientes aportaciones científicas con la secuenciación del genoma del pollo y la de la propia de la estirpe vírica H5N1, sin olvidar los constantes avances en Ingeniería Genética Aplicada a la Industria , orientada a la preparación de Vacunas, ni tampoco a la creciente eficacia de Quimioterapia Antivírica. ?uillermo Súarez Fernández Catedrático de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, Académico de Número de la Real Academia Nacional de Medicina. Leonés del Año. «Pido la máxima prevención y prudencia ante los primeros casos en Europa» JOSÉ LUIS R. ZAPATERO Presidente del Gobierno