Los problemas escolares son la única vía de algunos niños para hacerse oír

El psicoanálisis plantea que detrás del fracaso escolar no sólo hay falta de escucha hacia los niños que lo sufren, sino que en ocasiones existen razones profundas para que algunas personas lleguen a mostrar hasta «auténtica pasión por la ignorancia». Detrás de las dificultades en el aprendizaje de las matemáticas la psicóloga leonesa María del Mar Arias ha encontrado a niños y niñas con «figuras parentales todopoderosas que inhiben al sujeto», mientras que «un engaño, algo no dicho o falsificado en la historia personal es causa en ocasiones de los problemas de aprendizaje en historia, gramática y operaciones lógicas». Hay adolescentes que han llevado bien sus estudios y pueden «fracasar en este momento porque inconscientemente se prohíben sobrepasar a sus padres». En la consulta ha visto también casos de «niños con buenos resultados, brillantes incluso, pero con cierto malestar porque se dedican a satisfacer la demanda del otro y quedan atrapados ahí como objetos del otro y no como sujetos de su propio deseo», añade la psicóloga. Es posible que presenten un síntoma «en el momento de elegir algo importante en su vida», explicó. No son los que más se ven en las consultas. Durante su intervención en las jornadas sobre escuela y psicoanálisis organizadas por el Grupo de Estudios Psicoanalíticos de Castilla y León, la experta indicó que los problemas en el cálculo, en el habla, en la estructuración espacio temporal, en la expresión escrita, como dislexias, disgrafías, disortografías, en la atención, concentración, hiperactividad... «es su llamada de que algo le está pasando y es la única forma de que disponen algunos niños para hacerse oir». La importancia de escuchar Arias no cree que haya que excluir la reeducación como método de trabajo con los niños que presentan estos problemas, pero insiste en que «las reeducaciones y su esfuerzo no excluyan el tratamiento psicoanalítico. Es primordial saber que alguien nos escucha». En su trabajo sobre cómo se hacen oir los niños explicó que «el fracaso escolar afecta al sujeto en su totalidad» pero se presenta de una manera diferente en cada persona porque «cada niño, cada relación padres e hijos es distinta». Por tanto, «el significado es distinto para cada uno». La psicóloga hace suya la interpretación lacaniana de que «el deseo de saber es siempre el deseo del otro y que la otra cara del deseo de saber es la angustia porque uno nunca está seguro de poder satisfacer al otro». Ante esta situación la «anorexia del saber» es uno de los síntomas que puede aparecer para defenderse de la voracidad del otro, agrega la psicoanalista. «Los porqués de los niños apuntan siempre a ese deseo del otro. Apuntan siempre más allá de lo que se les dice porque lo importante para cada uno es saber qué quieren de él y qué valor tiene él para sus padres», explica María del Mar Arias. Asimismo, indica que «en el bloqueo escolar el saber que el niño rechaza es otro tipo de saber que el estrictamente escolar, pero desplazado sobre el trabajo escolar». La apatía y desinterés es «una forma de defenderse de la demanda aplastante de los padres, que esperan ver en sus hijos la realización de sus proyectos no realizados en su vida», concluye. «Lo importante para cada niño es saber lo que quieren de él y qué valor tiene él para sus padres» MARÍA DEL MAR ARIAS