El mito del poder

Uno de los aspectos positivos que se extraen de la experiencia de las directoras entrevistadas en La cultura de género en las organizaciones escolares es que la mujer que accede a los puestos de dirección pierde el temor al poder. «La mujer comprueba que se ha hecho un mito sobre las dificultades y responsabilidades del poder», precisa Eloína Terrón, que coordina la publicación junto con lel profesor de la Universidad de León Enrique Javier Gutiérrez y la profesora de la Universidad de Valladolid Rocío Anguita Martínez. «El poder lo que lleva es tiempo y el tiempo es de lo que menos disponen las mujeres», añade. Reconocen que son necesarias ciertas habilidades -planificar, organizar, dirigir recursos humanos- pero aseguran que todas ellas se pueden aprender. La ventaja de los los hombres es que «han practicado más». El 67% de los directores ha ocupado con anterioridad puestos en el equipo directivo, pero sólo el 36% de las mujeres directoras tuvieron anteriormente otro cargo en el equipo de dirección. Otra conclusión es que los hombres tejen redes invisibles de relaciones mediante las que se apoyan. Las mujeres, con menos tiempo libre, no ejercitan estos vínculos. Por último, los mecanismos de selección para el cargo, aparentemente neutrales, en realidad favorecen a los hombres. «Se exige una acreditación que es autómatica para quienes hayan ejercido cuatro años o más, lo que favorece a los hombres», añade Terrón. La cultura de género en las organizaciones escolares. Motivaciones y obstáculos para el acceso de las mujeres a los puestos de dirección. Editorial Octaedro. 275 pag.