Hay problemas de coinfección por VIH, resistentes a fármacos y deficiencias en la salud pública
La tuberculosis se estanca en León en el último quinquenio, pero aún es alta
La incidencia de la enfermedad del bacilo de Koch baja más en la comunidad que en León
El leve descenso de la tuberculosis en el período 2000-2004 todavía no es considerado por los epidemiólogos como un síntoma de que esta enfermedad vaya a menos, sino más bien de su estancamiento en la provincia de León. Las estadísticas epidemiológicas de los últimos cinco años evidencina que, sobre todo en tuberculosis respiratoria, la incidencia en la provincia de León es manifiestamente superior a la regional y nacional. Según señala el epidemiólogo de la Junta, Julio Ramos, «se evidencia un descenso del número de casos en nuestra provincia, entre los años 2000 y 2004, con tasas que se sitúan en un rango comprendido entre 27,61 casos por cien mil habitantes (año 2003) y 30,07 casos por cien mil (año 2000)». En realidad, teniendo en cuenta esta tasas, añade, «la tendencia durante el período es en la práctica estacionaria». En cambio, para el conjunto de la comunidad autónoma «se aprecia un descenso de la incidencia, más acusado que en el caso de la provincia de León», observa el técnico de la Junta. No obstante, la incidencia de la tuberculosios tanto en la provincia como en la comunidad autónoma y en general en España «es más elevada que en el resto de los países de nuestro entorno», precisa. La tuberculosis es una enfermedad antigua que ya fue descrita en el Antiguo Egipto, Babilonia y China aunque la palabra tubercula -protuberancia o nódulo pequeño en latín- no es utilizada para designar la enfermedad hasta 1839. Es precisamente en el siglo XIX cuando la tuberculosis aparece en España y en Europa en forma de epidemia. En 1882 el alemán Robert Koch logra aislar la bacteria causal y demuestra la forma de transmisión de la enfermedad y ocho años después desarrolló la prueba de la tuberculina. Aunque los bacteriólogos franceses Albert León Calmette y Alphonse F. M. Guerin desarrollan una vacauna a principios del siglo XX ésta no resulta eficaz y hasta los años 40 no se contará con agentes quimioterapéuticos específicos como la estreptomicina, el ácido paraamino salicílico y más tarde la isoniacida. El descubrimiento del etambutol en la década de los sesenta y la rifampicina en los setenta propicia nuevos avances terapéuticos, pero desde entonces la investigación se ha estancado. Según un informe deNovartis sobre la enfermedad hay varios factores responsables de que la tuberculsis sea aún preocupante en nuestro entorno: la coinfección por VIH, la aparición de resistentes, la inmigración y las deficiencias en la salud pública.