Gastroscopia y test de aliento
La úlcera están considerada una enfermedad infecciosa. El síntoma más habitual de una úlcera por Helicobacter pylori es un dolor sordo y continuado en el estómago que suele presentarse cuando está vacío, es decir, antes de la comida o a primera hora de la mañana. Suele mitigarse ingiriendo alimentos o medicamentos antiácidos, aunque puede prolongarse durante horas. También existen otros síntomas menos frecuentes como las náuseas, vómitos o pérdida de apetito. Además del examen y la historia médica completa, los procedimientos para el diagnóstico de la bacteria son una gastroscopia con biopsia y un test de aliento. Los exámenes del aliento determinan una sustancia que aparece en el aliento tras ingerir una solución con urea marcada que es metabolizada por la bacteria si está presente en el estómago del paciente. Los médicos se inclinan por la realización de la gastroscopia para hacer un diagnóstico certero de la enfermedad que, pese a ser un método de diagnóstico invasivo, ofrece información crucial para descartar enfermedades más importantes, como es el caso del cáncer de estómago. La OMS considera la bacteria como un carcinógeno del grupo 1, es decir, que existe la posibilidad de que los pacientes genéticamente predispuestos acaben desarrollando un linfoma gástrico o cáncer de estómago. La erradicación de las úlceras se produce gracias a la administración de un tratamiento combinado de antibióticos y un potente inhibidor de secrección ácida. La bacteria se ha vuelto resistente y hay un 15% de pacientes que no se curan con el primer tratamiento por lo que se les administra otro con otros cuatro fármacos. La utilización de los antibióticos para curar la enfermedad ha convertido a las úlceras en una patología infecciosa que se cura. Antes del descubrimiento de la bacteria los pacientes ulcerosos no se curaban y tenían varias recaídas a lo largo de su vida. El 80% de los pacientes ingresados en las salas quirúrgicas de los hospitales en los años 70 eran pacientes ulceroso. Tras el descubrimiento de la relación entre el Helicobacter pylor i y la úlcera de estómago, los ingresos hospitalarios han disminuido drástricamente.