Una nueva técnica enseña a los bebés a evolucionar en el agua sin traumas

Una nueva técnica de aprendizaje aplicada a la natación permite enseñar a los bebés a evolucionar de forma natural con el medio a partir de los tres meses de edad sin traumas ni perjuicios para la salud. Frente a la tradicional metodología «conductista y de carácter más agresivo», una empresa catalana dedicada a la gestión de instalaciones acuáticas propone que «lo importante no es cuánto se aprenda sino la calidad del aprendizaje», manifestó ayer su consejera, Lydia Pena, que impartía hoy en Málaga un curso para técnicos de natación sobre este nuevo sistema. La estrategia, basada en el respeto a la progresiva adaptación del pequeño en función de sus capacidades cognitivas, afectivas y psicomotrices, se aplica a niños de hasta cinco años y se ha puesto en práctica tras diversas pruebas desarrolladas a una muestra de quinientos menores. «Queremos que el niño pierda el miedo a hundirse», aseguró Pena y añadió que esta metodología requiere, por tanto, de un mayor esfuerzo de padres y monitores, ya que «no se basa en estrategias cerradas sino que es más bien fruto de la complicidad de todos», lo que permite evolucionar al niño. Respiración La gerente, con más de veinte de años de experiencia en el estudio de esta técnica, garantizó que «no afecta al sistema respiratorio porque al ser evolutivo no se corta la respiración del bebé hasta que no está capacitado para hacerlo». Explicó que la nueva metodología se diferencia de la tradicional en su aplicación, «por ejemplo antes se pensaba que había que provocar la inmersión, pero ahora se prefiere que los niños la hagan por ellos mismos sin obligarles a nada». En cuanto a sus efectos terapéuticos, «se derivan de la propia acumulación de experiencias que contribuye a un desarrollo más completo del bebé», destacó. Según la gerente, se ha demostrado que «un niño que tenga una experiencia motriz acuática tienen mejor grafoescritura y son más sociables», lo cual es posible ya que, «al no ser el agua un medio natural del ser humano», los bebés adquieren vivencias nuevas que favorecen el desarrollo de sus capacidades.