Más de 3.000 escolares participan en un taller sobre la dieta óptima

La fruta, las verduras y el pescado son los alimentos con «peor fama» entre la población infantil. Tan mala prensa tienen que es frecuente que niños y niñas lleguen a jurar por Snoopy que una fruta no les gusta sin haberla probado nunca o, no al menos, fuera de la papilla de frutas que con tanto esmero le preparaban de bebé para merendar. Para acabar con este rechazo irracional hacia alimentos básicos e imprescindibles en una dieta sana hay que demostrar a los críos, con una información adecuada, que la alimentación es la base de la salud y de una vida sana. El taller exposición para la promoción de la dieta óptima en el siglo XXI, en el que participarán hasta el 18 de octubre más de 3.000 escolares, pretende dar una lección acerca de la importancia y las delicias de la alimentación saludable. «Tener al alcance información apropiada es la clave para tanto para fomentar la sensibilización, como para permitir que los jóvenes se responsabilicen de su salud y adquieran buenos hábitos alimentarios para toda la vida», señalan las profesoras de la Universidad de León Camino García y Trinidad García, expertas en nutrición. El objetivo de la exposición-taller, que se desarrolla en el centro cívico León Oeste, es «establecer un entorno «sano» en la población con objeto de reducir al mínimo los factores de riesgo relacionados con el estilo de vida». Los valores de la dieta mediterránea y un modo de vivir activo son los pilares básicos para crear ese ambiente saludable que requieren, muy especialmente, la población infantil y juvenil. La actividad forma parte de un programa que desarrollan conjuntamente la Junta de Castilla y León y la Concejalía de Comercio y Consumo del Ayuntamiento de León y, aparte de una charla con apoyo audiovisual, los escolares participan degustan una brocheta de frutas como parte de la lección práctica. Con esta actividad se quiere contribuir a «aumentar la ingesta diaria de verduras y frutas frescas y concienciar de la importancia de la práctica regular del ejercicio físico». Ambas recetas son indispensables como vacuna contra los dos factores que más riesgo de obesidad producen: el sedentarismo y el desequilibrio energético de la dieta. La cata de frutas es una manera de hacer visualizar a niños y niñas un axioma sencillo, que la «fruta es sinónimo de salud». Pero, sobre todo, hacerles ver la importancia de comer frutas variadas porque «muchos no es que no coman fruta, es que sólo comen plátanos o una fruta determinada», precisa la profesora Camino García, una de las coordinadoras del taller.