Más de 50 mujeres son derivadas a Valladolid para fecundación in vitro e inseminación donada
La demanda de consultas de esterilidad se duplica en los últimos cuatro años
En el 2002 se vieron 204 casos nuevos y en el 2005 acudieron por primera vez 396 mujeres y hombres
La demanda de consultas de esterilidad en el Hospital de León se ha duplicado en los últimos cuatro años. Según datos oficiales, en el 2002 se vieron 204 nuevos pacientes, mientras que a finales del 2005 fueron registrados 396 primeros casos, de los cuales 237 corresponden a mujeres y 159 a hombres, que ahora cuentan con una consulta semanal de andrología. El servicio, creado en los años 70, no tiene lista de espera, aunque algunos de los tratamientos de reproducción asistida tienen que realizarse en Valladolid como ocurre con la Fecundación in Vitro (FIV) y la inseminación de donante. Medio centenar de mujeres fueron derivadas el año pasado para un tratamiento de fecundación in vitro en el hospital universitario de Valladolid y otras seis para un tratamiento de inseminación con semen de donante, alguna de ellas por deseo expreso de tener un embarazo sin pareja. Para estos tratamientos sí existe lista de espera. Según el doctor Pedro Posadilla, el aumento de la demanda de las consultas de esterilidad está directamente relacionado con la postergación de la maternidad a edades más tardías por parte de las mujeres en la sociedad moderna. «La función de los ovarios es óptima entre los 18 y los 35 años, pero a partir de esta edad los folículos y los ovocitos sufren los problemas del envejecimiento y la fecundidad disminuye», subraya el ginecólogo. Asimismo, a mayor edad es más fácil que las mujeres sufran complicaciones en su fertilidad por causa de endometriosis, infecciones, intervenciones abdominales o miomas. En la mujer, las causas más frecuentes de esterilidad son ciclos sin ovulación y endometriosis, una lesión que hace que las células del endometrio se introduzcan en todo el aparato reproductor. Pero la esterilidad no es sólo cosa de las mujeres, como se creía antiguamente. La esterilidad masculina «ha dejado de ser un tabú», reconoce el doctor Posadilla, para señalar que está científicamente comprobado que la infertilidad que afecta a un 15% de las parejas estables se debe a partes iguales -entre el 40 y el 43%- a causas femeninas y masculinas, con un pequeño porcentaje que se atribuye a causas desconocidas. «Objetivamente, en los últimos años ha aumentado notablemente la esterilidad masculina», añade el ginecólogo. De hecho, la Organización Mundial de la Salud ha bajado de 60 a 20 millones la cantidad de espermatozoides considerada normal de un seminograma. Los tratamientos que se ofrecen para la esterilidad femenina son inducción de la ovulación mediante hormonas e inseminaciones con espermatozoides móviles de la propia pareja, tras su aislamiento y capacitación. Para los hombres se ofrecen tratamientos de antibióticos y antiinflamatorios para combatir prostatitis subclínicas y hormonas de reproducción para estimular el aumento y la calidad de los espermatozoides. El año pasado se consiguieron 39 embarazos por inseminaciones -16,5% de éxito- y otros 53 fueron logrados por inducción de la ovulación y coito controlado, lo que supone un éxito del 16,9%. Asimismo, 11 mujeres -el 5,4%- se quedaron embarazadas mientras se realizaba el estudio en cuya elaboración completa se emplea una media de tres meses. El proceso, salvo en los casos en que el embarazo se produce durante el estudio, suele ser largo y no siempre exitoso. El ginecólogo reconoce que la mayoría de las parejas viven con ansiedad y enorme dedicación el deseo de tener un hijo, que se convierte en su prioridad vital.