La sutil distancia entre ricas y pobres

El trabajo es el lugar donde las inmigrantes encuestadas por Cruz Roja han percibido más discriminación en Castilla y León, seguido por el acceso a la vivienda y los lugares públicos. En cambio, en los ámbitos sanitario y educativo es donde menos se ha expresado la percepción de discriminación, señala el estudio. En relación con el trabajo, la mayor sensación de discriminación se produce por la desadecuación entre la cualificación y el puesto desempeñado, aunque también hay casos de acoso sexual (sobre todo entre sudamericanas) y de maltrato (especialmente entre centroamericanas). Un 22% declaró haber recibido gritos o insultos en el lugar de trabajo. En el acceso a la vivienda, las mujeres africanas son las que más discriminación padecen, ya que una de cada cuatro así lo manifestó en la escuesta. Los estudio subraya el hecho de que «la visibildiad social de algunas mujeres de los países ricos se va haciendo a costa de de la invisibilidad de otras mujeres: las inmigrantes» y de hecho así lo percibió el 78,95% de la población inmigrante femenina encuestada, puesto que son estas mujeres las que desempeñan las labores domésticas que permiten a las «mujeres ricas» dedicarse más plenamente a las tareas profesionales. Las inmigrantes se consideran más discriminadas por el hecho de ser extranjeras que como mujeres, con la excepción de las europeas y las magrebíes que atribuyen a su género una mayor marginación. Dependencia de los permisos de trabajo, lejanía de sus seres queridos y apego al país de origen son algunas de las desventajas que encuentran las inmigrantes con respecto a las mujeres españolas para el acceso al mundo laboral. Con todo, son las que están casadas con españoles o con no españoles que residen fuera las que sienten un mayor desequilibrio entre la situación que están viviendo y las mujeres españolas.