| Crónica | Padre de permiso |
Los mineros también cambian pañales
Rafael Menéndez, de Villablino, es uno de los cuatro trabajadores del carbón que han solicitado en León la prestación
Rafael Menéndez, ayudante minero de 33 años, es uno de los 66 leoneses que se han acogido al nuevo permiso paternidad. Tenía claro que quería estar codo con codo con su mujer, Pilar García, en las primeras semanas de vida de su hija Lucía y había pedido vacaciones. Pero la entrada en vigor de la Ley de Igualdad le ha ahorrado sus vacaciones «para disfrutar de la niña y ayudar a mi mujer», ya sea cambiando pañales o haciendo la comida porque, explica, «le da el pecho» y todavía no hay que preparar biberones. «La empresa -MSP- me ha facilitado las cosas», reconoce. «Prefiero estar aquí que en el bar», asegura el joven, convencido de que entre la población masculina también se ha está dando un cambio de mentalidad respecto a paternidad. Las dos semanas reconocidas en la ley le saben a poco. «Lo ideal sería un mes», repone. El Gobierno ha comprometido ampliar a este tiempo el permiso de paternidad en los próximos años, así que es posible que aún pueda disfrutarlo con otra criatura si deciden ampliar la familia. Para Pilar García, la presencia de su marido en estas primeras semanas es muy valiosa porque «cuando no tienes a nadie todo se te viene encima». Así que agradece que el Estado y las empresas compartan esta nueva licencia: «El Estado porque lo paga íntegro y la empresa porque pone al trabajador». Pero lo más importante -agrega Pilar- es que proporciona a «la niña un contacto más íntimo con su padre, que nos «huela» a los dos, como decimos por aquí, en sus primeros días; después, hay que separarse poco a poco, primero él a trabajar y luego ella a la escuela».