Diario de León
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c. tapia | león
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Los expertos asocian la lipoatrofia a la conjunción de dos factores: la acumulación de campos de energía estática y la sequedad del ambiente. Afecta a las mujeres porque tienen más tejido adiposo en las piernas. La lipoatrofia se ha convertido en un enigma para médicos, científicos y responsables sanitarios, tanto de la Generalitat, donde desde marzo se están dando más casos, como de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que considera que un edificio está enfermo cuando al menos el 20% de sus ocupantes sufre molestias derivadas de la baja calidad del aire y los afectados muestran estrés, depresión, jaquecas, eritemas o problemas respiratorios. La lipoatrofia ha surgido con una doble problemática. Por un lado es una dolencia tan poco conocida que no existía un protocolo de actuación sanitaria que permita a los médicos diagnosticarla con precisión. Por otro, porque algunas de las empresas afectadas se muestran reticentes a considerarla accidente de trabajo, tal y como reclaman los sindicatos. Los estudios Las enfermedades relacionadas con los efectos de las nuevas instalaciones con las que se dota a los edeificios modernos no son una sorpresa para los especialistas. Los sistemas de de ventilación artificial, la acumulación de ordenadores, fotocopiadoras, impresoras, material sinténtico y los sistemas de iluminiación fluorescentes provocan problemas en la salud, según los médicos expertos en salud laboral. Un estudio científico en los Paises Bajos (Flemish Institut for Technological Research) ha descubierto la relación que existe entre la lipoatrofia y la exposición a campos magnéticos de personas que trabajan con ordenadores. Los autores del estudio realizaron mediciones de campos eléctricos y magnéticos en puestos de trabajo en los que había enfermos de lipoatrofia. Los resultados de las mediciones de los campos eléctricos eran excesivamente altos debajo de las mesas, a la altura de las rodillas. Este descubrimiento a conducido a la hipótesis de que algunos tipos de mesas absorben los campos electromagnéticos generados por los cables y ordenadores y se cargan con ellos. Al entrar en contacto con un conductor -el cuerpo humano- se produce una descarga eléctrica. El hecho de que la lipoatrofia se produzca fundamentalmente en la parte superior del muslo, ha llevado a los investigadores a suponer que la descarga tiene lugar en esa zona. Los casos detectados se dan principalmente en edificios nuevos y con una humedad relativa baja, que facilita la acumulación de cargas eléctricas en los objetos.

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