Las sociedades de medicina familiar incentivan la mejora de la profilaxis de estas enfermedades
Más de 65.000 personas sufren al año trombosis venosa y embolia pulmonar
Es la tercera causa de muerte cardiovascular y la primera que se puede prevenir
Cada año 65.000 españoles presentan la enfermedad tromboembólica venosa (ETV), que comprende un 60% de casos de trombosis venosa profunda y un 40% de embolia pulmonar y que «mata más que los accidentes de tráfico, el cáncer de pulmón y el sida juntos». Desde la Sociedad de Médicos de Atención Primaria (Semergen), Eduardo Carrasco completa ese análisis de situación con un llamamiento a mejorar la profilaxis de la ETV, que «es la tercera causa de muerte cardiovascular tras la cardiopatía isquémica y los accidentes cerebrovasculares, pero también la primera que se podría prevenir». La primera asignatura a aprobar es la plena toma de conciencia del problema por las personas en riesgo y el propio colectivo médico, más necesaria desde que la enfermedad tromboembólica venosa ha salido de su tradicional ámbito hospitalario para hacerse habitual en Atención Primaria. Como apunta Santiago Díaz desde la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SEMFyC), un ejemplo típico de la nueva realidad es el «paciente encamado en su domicilio», cuya inmovilidad eleva el peligro de que se desencadene el proceso de la ETV, que empieza por la formación en una vena profunda -casi siempre en las piernas- de un coágulo que puede desprenderse y navegar por la corriente sanguínea hasta bloquear una vena pulmonar. Los factores de riesgo identificados son múltiples: tener más de 60 años, estar inactivo mucho tiempo (viajes largos en avión u otro medio de transporte), permanecer en cama por períodos prolongados (a partir de cuatro días), padecer un cáncer activo o enfermedades que favorezcan posibles coágulos, haber sufrido fracturas o cirugía que disminuya el flujo sanguíneo a un área del organismo, estar embarazada o haber dado a luz en fecha reciente, tener varices, ser obeso... Pero, como sugiere Díaz, los estudios sobre cuantificación de riesgos de la ETV deben salir del ámbito hospitalario -donde se han realizado hasta ahora- para conocer mejor la nueva realidad de la enfermedad y poder prevenirla con éxito. De hecho, mientras 25 organizaciones científicas han creado un grupo de trabajo para elaborar una «Guía de la Enfermedad Tromboembólica Venosa», SEMFyC y Semergen llevan adelante un proyecto divulgativo bautizado como Prometeo (Profilaxis Médica de la ETV) para subrayar su propósito preventivo de esta enfermedad en su ámbito de trabajo dentro de la Atención Primaria.