La quimioprofilaxis antipalúdica fue aplicada a 885 leoneses que viajaron a países en riesgo
Más de 3.000 leoneses se informaron para cuidar su salud en el extranjeroLos científicos aconsejan usar cordón umbilical para curar laleucemia
Sanidad vacunó a 760 personas siguiendo las normas de la Organización Mundial de Salud
La Unidad de Vacunaciones Internacionales de la Junta de Castilla y León atendió el año pasado 3.217 peticiones de viajeros que solicitaron información acerca de las medidas preventivas a adoptar en determinados destinos turísticos. La mayoría de estas personas no requirieron vacucaciones específicas, ya que, según el Servicio Territorial de Sanidad, se aplicó el protocolo fijado por la Organización Mundial de la Salud a 760 leoneses. Fue superior el número de personas a las que se instauró la quimioprofilaxis antipalúdica para viajar a países donde existe el riesgo de contraer el dengue o paludismo. En total, fueron entregados 1.675 folletos informativos a los viajeros internacionales y se recibieron 1.695 respuestas a las encuestas que se realizan para conocer la evolución de cada persona en su punto de destino. La Unidad de Vacunaciones Internacionales está en permanente contacto con el Ministerio de Sanidad y Consumo, que el año pasado comunicó un total de 226 situaciones de riesgo y actuaciones especiales para llevar a cabo en viajes internacionales. El Certificado de Vacunación Internacional contra la Fiebre Amarilla -paludismo o dengue- es el único documento sanitario que debe exigirse en los viajes internacionales y solamente en algunos destinos. Para que sea válido tiene que ajustarse al Reglamento Sanitario Internacional y siempre que la vacuna haya sido administrada en un centro autorizado. Para las personas que se vacunan por primera vez tiene efecto a los diez días de la administración de la dosis y en casos de revacunación desde el día siguiente. Las áreas de riesgo de la fiebre amarilla son los países centroafricanos y la mitad norte de América del Sur y parte de América Central. Vacunas y casos indicados Algunos países como Arabia Saudí exigen la vacuna contra la enfermedad meningocócica a los peregrinos que se dirigen a la Meca. Fuera de estas excepciones, Sanidad recomienda a los viajeros internacionales que tengan actualizado su calendario de vacunaciones. Algunas de las vacunas recomendadas son el tétanos (dosis de recuerdo cada diez años) y la difteria; la hepatitis A, especialmente en viajes a países en vías de desarrollo donde se trata de una enfermedad endémica; a los que, dentro de estos países, se dirigen a zonas rurales se les recomienda la vacuna antitifoidea, aunque debido a la eficacia limitada de la misma lo más importante es tener cuidado con el agua. La Organización Mundial de la Salud (OMS) modificó en 1973 el Reglamento Sanitario para evitar que se exija la vacuna contra el cólera, haciendo hincapié en que la base de la prevención son las medidas higiénicas en alimentos y bebidas. Sólo en situaciones especiales se aconsejan vacunas orales. La vacuna contra la enfermedad meningocócica está indicada en viajeros que vayan a estar en contacto con la población en zonas endémicas (cinturón subsahariano), especialmente durante los meses de invierno y primavera. La profilaxis contra la hepatitis B, que está en el calendario de la población general, se recomienda sobre todo a viajeros que vayan a permanecer más de seis meses en zonas endémicas, aunque se trata de una enfermedad universal. La vacunación contra la poliomielitis se encuentra en el calendario sistemático pero se debe recomendar a las personas que viajen a países donde aún persiste la enfermedad y vayan a estar en contacto muy directo con la población. Hay también disponibles vacunas específicas contra la encefalitis centroeuropea (sólo indicada a viajeros que vayan a bosques o áreas rurales) y la encefalitis japonesa (enfermedad endémica en algunas zonas rurales del sudeste y nordeste asiático y en India). El uso de la sangre de cordón umbilical, un recurso cada vez más extendido en todo el mundo, es un método más recomendable para curar la leucemia infantil que los trasplantes de médula ósea, según un estudio de científicos de EE.UU. divulgado ayer en el Reino Unido. Esta investigación, que recoge en su último número la revista médica británica The Lancet , demuestra cómo las tasas de supervivencia entre los niños que se sometieron a uno u otro método eran parecidas o, incluso, mayores en el caso de los trasplantes de células madres de la sangre del cordón umbilical. Lo que haría aún más recomendable la utilización de la sangre del cordón sería el hecho de que no son necesarias que las células sanguíneas del donante sean totalmente afines con las del receptor, algo que, de no ser así en los trasplantes de médula ósea, puede desencadenar una reacción adversa del sistema inmunológico. «Lo que este estudio muestra es que la sangre del cordón umbilical no debe ser considerada nunca más como una terapia de segundo orden. Es una gran ventaja que la sangre del cordón umbilical sea almacenada y esté disponible fácilmente», afirma John Wagner, responsable de la investigación. «Los pacientes de leucemia pueden esperar meses para contactar con un donante de médula apropiado, tiempo en el que la enfermedad puede empeorar. Por primera vez, el momento del trasplante lo podrían marcar las necesidades del paciente y no la disponibilidad de una médula afín», añade. Los científicos estudiaron el caso de 785 niños británicos cinco años después de haber recibido uno u otro tratamiento. Los investigadores descubrieron que la tasa de supervivencia era un 20% superior en los que usaron cordón umbilical.