La ausencia familiar causa el 44% de las tutelas a enfermos mentales

Durante seis años de funcionamiento, la Fundación Tutelar de personas con enfermedad mental Feclem ha asumido la tutela de 174 personas, de las cuales 50 proceden de la provincia de León y particularmente de la única unidad de larga estancia para pacientes psiquiátricos crónicos, que se encuentra en el hospital Santa Isabel. Las causas de que una institución sin ánimo de lucro y específicamente acreditada para este fin se haga cargo de personas con enfermedad mental son tres. Según Feclem, en un 44% de los casos se debe a la ausencia familiar (por muerte o desentendimiento del enfermo desde hace años), si bien en otro 27% de los casos son las familias las que han pedido la tutela de su pariente por la existencia de conflictos entre ellos y en un 28% de los casos se ha llegado al tutelaje por enfermedad o elevada edad de los familiares del enfermo. Un total de 76 expedientes de incapacidad y tutelaje se iniciaron a petición de diferentes juzgados de Castilla y León. Las personas tuteladas tienen entre 18 y más de 80 años y se observa una tendencia hacia una media de edad menor. Actualmente, hay ya 17 personas menores de 39 años tuteladas por la fundación. Feclem, que tiene su sede en León y está presidida por Ascensión Sedano, asume el tutelaje de estas personas tanto a petición hecho un estudio del perfil de estas personas que, en general, son enfermos mentales crónicos, con graves trastornos psiquiátricos y que presentan discapacidades y dificultades en su funcionamiento personal y social. Carencias a cubrir Las dificultades que presentan para el autocuidado personal, al igual que para mantener relaciones sociales y familiares, disfrutar del ocio y desempeñar un trabajo colocan a estas personas en desventaja social, lo que se traduce muchas veces en pobreza, aislamiento, falta de vivienda y rechazo social, subraya Ignacio García Vidal, director gerente de Feclem. La mayoría de las personas tuteladas tiene un diagnóstico de psicosis, esquizofrenia principalmente, pero también hay otras con patologías asociadas, como deficiencia mental, que «precisan atenciones específicas y coordinadas con servicios especializados», indica. En cuanto a su situación económica, la mayoría son perceptores de pensiones no contributivas por discapacidad, de forma que 69 personas tienen unos ingresos netos mensuales entre 220 y 459 euros, lo que significa que «en la mayoría de los casos no cubren sus necesidades más básicas». La fundación tutelar de enfermos mentales de Castilla y León ha abierto un total de 418 expedientes desde el 2001 de personas que requieren de unos servicios jurídico-sociales en la defensa de sus derechos civiles y asistenciales.