| Entrevista | Miguel Jara |
«La industria farmacéutica mundial necesita un buen lavado deética»
El autor de «Traficantes de salud» cree que la ciudadanía también puede luchar contra el poder de los laboratorios con un estilo de vida sana que requiera menos fármacos
«Purdue Pharma, la farmacéutica fabricante de OxyContin, y tres de sus ejecutivos, deberán pagar una multa de 634,5 millones de dólares por engañar al público sobre el riesgo adictivo del analgésico». Esta noticia, distribuida la semana pasada en España por la agencia Efe, podría ser una de las miles de las mismas características que ha cribado el periodista Miguel Jara (Madrid, 1971) para realizar los trabajos en los destapa la «corrupción» de uno de los sectores económicos más poderosos del mundo, la industria farmacéutica. Jara participa el viernes 27 en Amayuelas (Palencia) en uno de los foros para el diáologo que organiza la Universidad Rural Paulo Freire. En la conferencia explicará cuáles son los casos de muertes o graves daños a la salud producidos por los fármacos en los últimos años, en España y en el mundo. El autor de Traficantes de salud: Cómo nos venden medicamentos peligrosos y juegan con la enfermedad (Icaria Editorial, 2007), y Conspiraciones tóxicas: Cómo atentan contra nuestra salud y el medio ambiente los grupos empresariales (Martínez Roca-Grupo Planeta, 2007) ha investigado durante cuatro años cómo la industria farmacéutica «ha conseguido convertirse, entre otros, en el sector económico más rentable del planeta», en muchas ocasiones sin reparar en «los efectos colaterales» en personas que «creyendo que se van a curar tomando un medicamento, mueren». -¿Cuáles son los casos a los que se refiere con esta grave acusación? -El caso de los anticatarrales con fenilpropanolamina, que provocaban hemorragias cerebrales, el Agreal que se recetaba a mujeres menopáuicas y fue retirado bajo la sospecha de que incitaba al suicidio, el retorno al uso de la talidomida (que provocó muchas malformaciones) en países no desarrollados, pero también la persecución de medicamentos inocuos, como el Bio-Bac, para evitar la competencia. Hay un capítulo entero en el libro dedicado a las alertas de los medicamentos retirados en los últimos años. O el contagio de enfermedades como el VIH y la hepatitis B a enfermos hemofílicos por usar sangre contaminada. En España, sólo una familia sigue adelante con una demanda por un caso de contagio. -La ciudadanía confía en que las agencias del medicamento oficiales vigilen esto. ¿Qué está pasando? -Está fallando, en parte porque está más preocupada por los intereses de los laboratorios. De lo contrario, ¿cómo es posible que se permita la venta de un medicamento en España retirado hace meses por la FDA en Estados Unidos y cuando ya había causado una muerte en Badalona? -¿Qué debe hacer el Gobierno? -El camino que había emprendido la ex ministra de Sanidad, Elena Salgado, era el correcto. La receta por principio activo es un principio porque supone un ahorro para todo el mundo y es una forma de redirigir un sistema en el que los lobbies de los laboratorios ejercen una gran presión, tanto en el ministerio como en las consultas médicas a través de los visitadores médicos. Ellos son la primera fuente de información de los médicos, por delante de las revistas médicas. Son auténticos vendedores de remedios y este es uno de los grandes temas éticos que hay que abordar hoy día en el mundo. La industria farmacéutica mundial necesita un buen lavado de ética. Y encima tenemos uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo, pero el dinero lo está corrompiendo todo. 1397058884 ¿Qué puede hacer la gente ante esta pesimista situación que desvela? -Lo primero estar bien informados y ser pacientes activos. Preguntar al médico. Las personas pueden hacer mucho por su salud gestionándola ellas mismas. ¿Cómo se hace esto? En principio de manera muy sencilla y barata, llevando un estilo de vida sano, esto es, haciendo ejercicio cada día (con media hora de andar a buen paso basta), alimentándose correctamente, es decir, comidas basadas en legumbres, frutas, verduras y hortalizas (y si pueden ser de producción biológica o ecológica, mejor) e intentando llevar una vida sin estrés, basada en un trabajo o actividades que nos gusten para encontrar el bienestar mental. Además, vivir en un entorno ambiental lo más sano posible. Con todo ello ganamos mucho en prevención de enfermedades y bienestar, y evitaremos el uso de medicamentos y tratamientos agresivos. El estilo de vida es casi todo en cuestiones de salud. -¿Se salva alguna industria? -No lo sé. Las prácticas son bastante generalizadas. -¿Los casos de ensayos clínicos en países pobres, como se denunciaba en El jardinero fiel de Le Carré son más que una ficción? -Forman parte de la lógica del capitalismo porque los gobiernos de esos países en vías de desarrollo desean inversiones y abren las puertas a las farmacéuticas, que a su vez se benefician de la necesidad de reducir costes y cuentan con la ventaja de que las poblaciones, ante cualquier promesa de curación están dispuestas a tomar un medicamento, cosa que no ocurre en los países ricos. Sin embargo, éstos también son defraudados porque si se prueban medicamentos contra el colesterol en población negra y mal alimentada, desde luego no van a tener los mismos efectos que en población blanca y bien alimentada. -Su libro indica que en USA los efectos adversos de los medicamentos causan más de 300.000 muertes. -En España no está investigado, pero pueden darse entre 15.000 y 30.000.