Diario de León

La primavera cede el paso a otras molestias que a veces se confunden con catarros comunes

El tiempo otoñal incrementa los casos de alergias a los animales

Los especialistas recuerdan que ahora es la época para realizarse los test de sensibilización <

Una joven activista por los derechos de los animales sostiene en sus brazos a un perro

Una joven activista por los derechos de los animales sostiene en sus brazos a un perro

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Carmen Tapia - león
León

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Queremos tanto a los animales que los metemos en casa. Con la llegada del frío, perro, gato, hámster y otros animales de pelo comparten espacio en habitaciones, salones y cocinas. Pero este cariño no sale gratis. Con la llegada del otoño aumentan los casos de personas que padecen alergia al pelo de las mascotas, el epitelio. Los especialistas de León experimentan en esta estación un aumento de consultas relacionadas con alergias animales. Los síntomas son claros aunque debido a la estación otoñal pueden confundirse con catarros propios de la época. Rinitis, estornudos, tos, picor de nariz y ojos se repiten de una manera continua y no desaparecen con facilidad. Lo más indicado en estos casos es acudir a un especialista, quien establecerá el tratamiento adecuado según cada paciente. El alergólogo leonés Felipe Santos Vicente asegura que las alergias otoñales aparecen como consecuencia del clima. Cuanto más frío hace más se vive en el interior de los edificios con lo que aumenta la inhalación de los alergenos que hay dentro de las casas. «Normalmente, una persona que es sensible a un alergeno suele ser sensible a varios por lo que los que padecen alergia primaveral, al polen, suelen tener también alergia a otras sustancias», afirma Santos Vicente. Este es el caso de los ácaros, otro de los alergenos que proliferan en otoño, aunque León capital no es una de las ciudades en las que abundan los casos de alergia a este tipo antrópodos. Las estadísticas varían en los habitantes de los pueblos del norte de la provincia. Según Santos Vicente, los bercianos, astorganos y lacianiegos son los más propensos a sufrir los síntomas de la alergia a los ácaros. «Todo tiene que ver con la humedad. Cuanto más te acerques a la costa más casos de alergia a los ácaros hay», dice el especialista, que sitúa el grado de humedad conflictivo para padecer estos síntomas en un 70%. «No son los peluches o las moquetas los causantes de la alergia a los ácaros, sino la humedad, pero cuando una persona tiene este tipo de alergia conviene retirar este tipo de objetos para aminorar los síntomas».

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