León reúne en un foro a especialistas en trastorno límite de personalidad «La enfermería desarrolla un trabajo muy activo en TLP»

Los principales tratamientos psicofarmacológicos y la intervención psicoterapéutica y familiar ante el trastorno límite de personalidad serán dados a conocer en León los días 16 y 17 de noviembre en unas jornadas organizadas por la Asociación Leonesa de Ayuda e Investigación del Trastorno Límite de Personalidad (ALAI-TLP) que se celebran en el Hostal de San Marcos con la ayuda del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. El encuentro contará con la participación de los principales expertos del país y en concreto con varios miembros del equipo multidisciplinar de la Unidad de Trastornos de la Personalidad del Hospital Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza, pionero en el tratamiento hospitalario y ambulatorio integral del trastorno, así como del centro Logpsic de La Coruña. Según la presidenta de la asociación, Josefa Julia López, el objetivo del encuentro es divulgar «información adecuada» sobre el trastorno límite de personalidad que, según datos estimativos, afecta al dos por ciento de la población. «Queremos hacer llegar a la sociedad leonesa y particularmente a las familias afectadas que es una enfermedad crónica, pero si se trata adecuadamente las personas pueden llevar una vida normalizada», agrega. El trastorno de personalidad afecta a todas las áreas de funcionamiento de las personas, pero sus características más frecuentes son la impulsividad y la intensidad en las respuestas emocionales y la inestabilidad en el estado de ánimo y en las relaciones interpersonales. Las personas afectadas suelen tener sentimientos de vacío, soledad y aburrimiento y alternan entre los extremos de la idealización y la devaluación. La impulsividad puede derivar en abuso de sustancias o dificultades para controlar el gasto, promiscuidad, anorexia, bulimia, conducción temeraria... por lo que tienen una gran dependencia de la familia. Pero también son personas con unas cualidades muy notables: poseen una gran expresividad afectiva, son muy creativas y manifiestan una gran sensibilidad y empatía. La asociación subraya las dificultades que existen todavía para realizar el diagnóstico del trastorno, así como la carencia de unidades específicas, lo que «provoca en las familias desorientación e impotencia», concluye. José Manuel Granada es enfermero y desde hace cuatro años trabaja en la Unidad de Trastorno de Personalidad del Hospital Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza. Antes de crearse este servicio ya tenía contacto con los pacientes y familiares afectados por el trastorno. Es uno de los ponentes que participará en las jornadas de León. -¿Por qué son necesarias unidades específicas? -Este tipo de patología no funciona bien en los recursos habituales de psiquiatría (unidades de agudos o centros de día) por la complejidad que presenta y las dificultades de centrarse en el tratamiento. Se necesita un grupo de profesionales multidisciplinar: enfermería, psiquiatría, trabajo social, psicología, auxiliares de enfermería. -¿Cuántas tienen en Zaragoza y qué accesibilidad hay? -Hay seis de hospitalización y tres de hospital de día. Además hacemos seguimiento ambulatorio. Al principio admitimos algunos pacientes de fuera, pero actualmente está restringida a la comunidad de Aragón. -¿Es una enfermedad nueva o poco conocida? -No es nueva, pero está muy poco divulgada y aún es difícil de diagnosticar aunque se sabe que, en diferente gradación, afecta al dos por ciento de la población. Las personas padecen dificultades para adaptarse al entorno y eso se puede manifestar en diferente medida: desde síntomas de ansiedad, a psicosis y con conductas menos o más graves. No llama tanto la atención como la anorexia pero puede tener consecuencias tan graves o más y afecta sobre todo a personas jóvenes, de 20 a 30 años. -¿Cuál es el papel de la enfermería en la unidad? -Tiene bastante peso tanto en la hospitalización, como en los talleres de psicoeducación y el seguimiento familiar. Es un trabajo muy activo porque tiene que ayudar a los pacientes a recuperar horarios, el respeto por los demás, la convivencia y la capacidad de disfrute. Es una hospitalización con mucha actividad, incluídas propuestas de pacientes. -Una enfermería atípica... -No, porque aquí el medidor de tensión y la inyección no son las principales herramientas. La principal herramienta es la relación con el paciente y el trabajo con la familia. -¿Ve necesaria una unidad en cada comunidad autónoma? -Por nuestra experiencia, sí. Si queremos ser eficaces es preferible invertir en recursos especializados. En Madrid, Cataluña y Cantabria ya se están abriendo algunas ambulatorias a petición de asociaciones. Desde aquí impulsamos también la Sociedad Española para el Estudio de Trastornos de Personalidad (www.seetp.com)