La enfermedad combina fases de manía depresiva con euforia desmedida
El trastorno bipolar, conocido desde la antigüedad como tristicia o enfermedad de los afectos, consiste en una alteración de los mecanismos biológicos que regulan el estado del ánimo y se presenta alternando períodos repetitivos depresivos, con fases de euforia, de modo que la persona afectada oscila entre la alegría y la tristeza. Pero la singularidad principal del trastorno bipolar es la manía, motivo por el que hasta ahora también se le ha conocido como enfermedad maníaco depresiva. Estos síntomas que, a simple vista, puede padecer cualquier persona, se convierten en enfermedad cuando cursa con fuertes crisis que, si no existe tratamiento, pueden llevar a la persona afectada incluso al suicidio. Pero la singularidad principal del trastorno bipolar es la manía, señala el psiquiatra Francisco Luis Rodríguez. Por este motivo hasta ahora también se le ha conocido como enfermedad maníaco depresiva. Diagosticar a tiempo El diagnóstico diferencial de esta enfermedad es todavía complejo. Normalmente, se considera que existen dos tipos de trastorno bipolar, que también ha sido conocido como enfermedad maníaco depresiva. El tipo 1 es el que cursa con fases de manía franca y depresión franca, muy claras y marcadas; mientras que el tipo 2 es aquel en los episodios alternados de manía y depresión cursan de manera más suave. En la jornada también se debatirán las razones por las que las personas con trastorno bipolar buscan asociaciones específicas en lugar de integrarse en otras de enfermedad mental.