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Once discapacitados intelectuales han encontrado trabajo con la asociación desde el 2004 | Género | Patrimonio protegido |

Amidown prepara a 30 alumnos con discapacidad para que logren empleo Tutela y discapacidad

«Son trabajadores rentables», dice la presidenta de la asociación, Aurora Salguero

Ludoteca de la sede social de Amidown en León

Ludoteca de la sede social de Amidown en León

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Carmen Tapia C. Tapia - león león
León

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La Asociación de Amigos Síndrome de Down (Amidown) preparó el año pasado a 30 alumnos con edades comprendidas entre los 17 y los 35 años con este síndrome y discapacidad intelectual para insertarlos en el mundo laboral. Los seis cursos diferentes impartidos por esta asociación estuvieron destinados a puestos de auxiliares en oficinas, operario de tareas básicas y auxiliar de manipulados industriales, con 2.300 horas lectivas. Además recibieron una formación complementaria con 1.500 horas lectivas en diversos cursos y talleres de habilidades de vida autónoma, expresión corporal, artística y deportiva. Las clases se imparten en horario de mañana y tarde de lunes a viernes a lo largo de todo el año. Los cursos son impartidos por seis profesionales cualificados contratados por la asociación. Como resultado de estos cursos, once jóvenes con síndrome de Down han encontrado trabajo en León desde el año 2004. Los centros donde estos chicos y chicas desarrollan su actividad profesional son Carrefour, Alimerka, Ayuntamiento de León, Ayuntamiento de Villaquilambre y el propio centro de Amidown en León. La presidenta de la Asociación de Amigos Síndrome de Down, Aurora Salguero, asegura que la política de la asociación es hacer empleo con apoyo, «analizamos el puesto, buscamos el candidato idóneo y, cuando empiezan a trabajar, un profesional nuestro está con ellos en el puesto hasta que aprenden las tareas que tienen que realizar». Además, estos profesionales hacen intermediación laboral durante todo el tiempo que dura el contrato laboral, «estos chicos trabajan solos, pero están tutelados, si la empresa quiere hacer algún cambio en las responsabilidades profesionales que debe cumplir el trabajador nosotros volvemos a encargarnos del apoyo. Estos chicos han estado apoyados en sus puestos de trabajo y en otras actividades de refuerzo y apoyo por cuatro trabajadores contratados por Amidown, como son trabajadores sociales, profesores de educación especial, pedagogos y monitores ocupacionales, que han sido financiados por la Junta y Caja Madrid que han creído en nuestro proyecto y han apostado por él». La mayor dificultad que encuentran estos trabajadores con discapacidad intelectual para realizar su trabajo es la presión y la puntualidad «la velocidad en el trabajo», -dice Salguero- «lo primero y más importante es que aprendan bien la tarea que tienen que realizar, suelen tener muy buena relación con los compañeros, con los que también trabajamos. Nunca han tenido problemas de relación con los clientes». La puntualidad para acudir diariamente al trabajo requiere de un aprendizaje concreto, «como a todos», dice Aurora. La rutina y el respeto a la jerarquía es parte de un aprendizaje para lo que la asociación reune a los trabajadores una vez a la semana «trabajamos con este tema». Ofertas de trabajo Amidown es la encargada de conseguir los convenidos que permitan colocar a las personas con discapacidad intelectual de su asociación, «hay instituciones, como el Ayuntamiento de León, que se dirigen a nosotros, pero otras veces somos nosotros los que nos dirigimos a ellos». El contrato tipo de estos jóvenes es el de media jornada. Salguero se queja de que las empresas todavía no cumplen con el 2% de puestos destinados para personas con discapacidad en empresas con mayores de 40 trabajadores. «nosotros intentamos mover las conciencias de estas empresas, que además se benefician de bonificaciones con este tipo de contratos. Son trabajadores rentables Precisamos de la colaboración de todos tanto ofertando puestos de trabajo, financiando nuestro proyectos, como de las familias, que crean en sus hijos y apuesten por su inserción laboral». La mayor preocupación de los padres es el futuro de sus hijos con discapacidad cuando ellos falten y cuáles son las medidas legales existentes para protegerlos. El abogado Jesús Lozano Blanco ofreció una charla en León el pasado jueves, organizada por Asprona, sobre los mecanismos legales, concretamente en el Código Civil. «Cuando están integrados en el seno familiar y viven los progenitores es más fácil protegerlos, pero los problemas surgen de cara al futuro». Entre las figuras legales está el patrimonio protegido, una ley aprobada hace tres años que ha tenido poca aceptación entre las familias de discapacitados intelectuales. Según el abogado Mario García, letrado que asiste a Amidown, el patrimonio protegido es un instrumento jurídico que consiste en la designación de unos bienes (dinero, inmuebles, derechos) para que con ellos y los beneficios que se obtengan, se haga frente a las necesidades vitales, ordinarias y extraordinarias de las personas con discapacidad. Esta figura jurídica está destinada a las personas con discapacidad intelectual igual o superior al 33% o para personas con discapacidad física o sensorial igual o superior al 65%. Además, tiene beneficios fiscales. Treinta familias de todas España han optado por este contrato. Jesús Lozano asegura que las familias no han respondido a esta ley de acuerdo a la expectativas que levantó con su aprobación hace tres años. Considera que es poco útil para los discapacitados intelectuales, aunque es más interesante para las personas con discapacidad física, o incluso para las empresas con discapacitados. «Lo bueno es que tocó el código civil en el aspecto sucesorio y se tocó también la tutela. Se estableció la tutela automática de la administración cuando no se pueda encontrar un tutor en el ámbito familiar. Esto ya existía con los menores de edad y se amplía a los discapacitados intelectuales adultos». Lozano asegura que esta ley marcó una tendencia desarrollada en la ley de dependencia en el sentido de que el beneficiario de los servicios sociales los costee con su propio patrimonio. Eso a su vez impide su desarrollo porque si no hay patrimonio protegido es la administración la que se hace cargo».

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