«Las nuevas costumbres ponen en peligro la dieta mediterránea»

La Fundación Dieta Mediterránea (FDM) celebrará en Barcelona el VII Congreso Internacional sobre la Dieta Mediterránea, en el marco del Salón Alimentaria' 08. En esta séptima edición y como novedad se presentará la candidatura a la Unesco de la Dieta Mediterránea como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Francisco Sensat es el vicepresidente de la Fundación. -¿Qué repercusión tendrá para la dieta mediterránea el nombramiento de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad? -En el 2003 la Unesco aprobó una nueva convención para proteger el patrimonio cultural inmaterial, que puede ser un lenguaje que desaparece, celebraciones, fiestas, costumbres que se pierden. Hemos pensado que la dieta mediterránea encaja en esta categoría porque hay que considerarla como un patrimonio cultural milenario, un conjunto de costumbres, una forma de vida de los países que rodean al Mediterráneo. No es sólo un modelo puramente alimentario sino un estilo de vida. La palabra dieta significa equilibrio, una forma equilibrada de vivir, no sólo los productos de la tierra sino la forma de cocinarlos, de comerlos, es la comida en convivencia, en juntarse para comer, pero no sólo para nutrirse sino para hablar y pasarlo bien. Los científicos se han puesto de acuerdo en que este modo de vivir es muy saludable y que si se pierde se perderán la salud de los ciudadanos, la agricultura local, con sus consecuencias de degradación del medio ambiente, del éxodo de las poblaciones rurales, el avance de la desertización..., por lo tanto es algo que conviene proteger y la mejor forma es que la Unesco lo reconozca como un patrimonio cultural que conviene proteger. Resultará una llamada de conciencia a mucha gente, ya sea mediterránea o no mediterránea porque la implicación de esta forma de vida a otras cultura redundaría en su propio beneficio. La Fundación decidió promover esta candidatura, el Ministerio de Agricultura lo ha apoyado y ha implicado a ministerios de agricultura de Italia, Grecia y Marruecos, que han sido los que han formado el núcleo de impulso de esta candidatura. -¿Cómo se tomó la decisión en España? -España la va a presentar conjuntamente con los países que le he dicho. En España se acordó presentar esta candidatura con carácter multinacional en una reunión del Consejo Nacional del Patrimonio Histórico en octubre y del que forman parte las comunidades autónomas. La Unesco tomarán una decisión a finales del verano del 2009. -¿Cree que las nuevas culturas culinarias ponen en peligro la dieta mediterránea? -Sobre todo las nuevas costumbres. La forma de vivir ha cambiado mucho por los efectos de la mundialización en el trabajo y el crecimiento de las ciudades La gente ya no come en casa normalmente. Se está notando sobre todo en las consecuencias que tiene, como la obesidad infantil, el aumento de las enfermedades cardiovasculares y la diabetes, que están determinadas por una incorrecta alimentación. Se van adoptando costumbres menos saludables que no nos eran propias y realmente se está notando. -¿Qué es lo que se ha colado en la dieta que no debería estar? -La zona mediterránea era muy poco consumidora de carne. Ahora usted tiene las hamburgueserías a cada paso. Hay que evitar comer cada día a base de estos productos. Otro asunto muy importante es la cada vez menor actividad física de los niños, que antes estaban corriendo todos los días y ahora están con sus maquinitas y sus ordenadores. -Una vez que se saben cuáles son los problemas, ¿qué habría que hacer?. ¿Cómo compaginar el desarrollo de la sociedad actual y seguir una dieta equlibrada? -Teniendo cuidado con los productos que se consumen, que hoy en día no es difícil. Mantener una alimentación saludable no está reñido con la forma de comprar alimentos, porque hay alimentos que son muy sanos y fáciles de preparar. Lo que hay que hacer es tener una idea clara de cuales son las combinaciones de alimentos sanos y enseñar a los niños a comer y hacerlo toda la familia juntos, por lo menos por la noche. Eso no es complicado ni difícil ni caro. Y a los niños limitarles el tiempo que están en el ordenador y que salga a jugar. Exige un sacrificio por parte de los padres, pero es su obligación. -¿Y los adultos? -Tienen que hacer uso del hecho de ser adultos y darse cuenta de que todo lo que no sea llevar una vida equilibrada va en contra de su salud y en contra de las expectativas de vida, porque si algo se ha demostrado en los países en los años 60, es que las personas de la zona donde se sigue la dieta mediterránea viven más tiempo y en mejores condiciones. La esperanza de vida ha crecido, pero si la gente no llega sana a una edad avanzada, no será posible financiar los sistemas de seguridad social, no es sostenible. La única forma de llegar a edades avanzadas en buena forma física es alimentándose bien y haciendo ejercicio físico, que no significa machacarse en un gimnasio. Los médicos dicen que es suficiente andar media hora al día. -¿Usted ha oído hablar de la dieta atlántica? -Lo he leído, pero no es lo mismo. La dieta atlántica es un modelo de comida, pero habría que puntualizar. El Mediterráneo es un mar interior, con una tradición de miles de años porque aquí nació la cultura occidental, todo ha sido un continuo cruce de culturas por lo que todos los países que bordean el mar tienen algo en común. El Atlántico es un océano inmenso y no podemos comparar la dieta de un señor de Galicia con los indios americanos de la costa este de EE.UU. o con los de Brasil. En el concepto que estamos hablando de la dieta mediterránea, la dieta atlántica no existe. -¿Cuáles sonlos objetivos del Congreso que hoy comienza? -El Congreso que se está celebrando lo organizamos cada dos años desde 1996. Se hace una puesta al día de lo que los científicos van descubriendo. Este año se ha orientado más a la presentación de la candidatura a la Unesco, para poner al día la evidencia científica, las novedades sobre los beneficios de la dieta, y luego se analiza la relación de la dieta con el medio ambiente, la cultura en general. También hay unas mesas para analizar lo que se hace con esta dieta, porque hay que dar ejemplo. En muchos países se desarrollan actividades, como las de la fundación, como talleres para niños de primaria en colegios de todas España, ya han pasado más de 25.000 niños y se les explica lo que es la dieta y cómo alimentarse correctamente. Se están haciendo cursos para gente mayor, para animar a los restaurantes a que tengan ofertas de productos mediterráneos, como frutas y verduras. En la última sesión se explicará la candidatura.