La igualdad en el aula y en casa

«La educación en igualdad de género no se puede limitar a actividades puntuales y aisladas, es una dinámica de trabajo que influye en la vida diaria de la clase y de los centros escolares», aseguró Luci Gaitero, maestra de educación primaria en la escuela de Cembranos e integrante del Movimiento Cooperativo de Escuela Popular (MCEP) durante la jornada Educación en igualdad organizada por Fapa-León con motivo del Día Internacional de la Mujer en la Fundación Sierra-Pambley. La ponente realizó un recorrido por la labor de promoción de la igualdad a lo largo de sus más de veinte años de experiencia práctica como especialista de educación física y la incorporación del mismo método coeducativo y cooperativo al aula en la clase de cuarto, quinto y sexto de primaria en los dos últimos cursos. «La educación física es un área con un gran valor educativo porque cuenta con momentos, tareas y espacios para favorecer la igualdad y eliminar estereotipos, al tiempo que hacer propuestas para el cambio», explicó. En concreto apuntó «la presión que ejerce el fútbol» en el uso de los patios y la monopolización de los tiempos escolares y reclamó un «espíritu crítico» por parte del profesorado que imparte esta asignatura porque «está cargada de estereotipos y de contenido machista». Cuidar el lenguaje y seleccionar los juegos es fundamental: «Es primordial que lo que es positivo en los niños, no sea negativo en las niñas y desde luego hay que eliminar expresiones del tipo 'corres como una niña'», añadió. Luci Gaitero subrayó también que la educación física es una asignatura que desarrolla el «movimiento, las habilidades corporales básicas, la introducción a los deportes, pero también la educación sentimental y en valores, el fomento de la autoestima y la resolución de conflictos». De la experiencia coeducativa en el aula, destacó la aplicación de los recursos de la pedagogía Freinet -fundador de la Escuela Moderna de la que nace el MCEP- como la asamblea de aula en la que niños y niñas participan, proponen, felicitan y critican, el reparto de tareas fomentando la corresponsabilidad y la revisión de textos y cuentos para evitar transmitir estereotipos sexistas. La correspondencia escolar permite al alumnado tomar contacto con personas, lugares y culturas diferentes. También trabajan técnicas de expresión y desarrollo de los sentimientos y las emociones, tanto en la expresión oral como escrita ( felicitos, cariños y criticos que el alumnado expone al final de la semana) que «fomentan la autoestima, el reconocimiento de las demás personas y las propuestas». La educadora explicó las iniciativas llevadas a cabo en el Colegio Rural Agrupado de Villacedré (CRA), al que pertenece la escuela de Cembranos, desde la crítica constructiva en aspectos relacionados con el lenguaje no sexista y el uso de los espacios a la participación en proyectos de formación, escuelas de familia y análisis de textos y materiales. En este sentido, señaló que su centro participa en una iniciativa colectiva de igualdad de oportunidades como es la elaboración de un cuento no sexista promovida como parte de un plan de igualdad de que impulsan los ayuntamientos de Valverde de la Virgen, Santovenia de la Valdoncina y Chozas de Abajo en los que radica el colegio rural agrupado de Villacedré.