Cada vez más personas combaten el desfase horario con ejercicio

Descompensación horaria, arritmia cardiaca, problemas digestivos, confusión en la toma de decisiones o al hablar, falta de memoria, irritabilidad, apatía¿ Estos son algunos de los síntomas a los que puede enfrentarse una persona cuando viaja en avión a otro país a través de varias zonas horarias. Se producen como consecuencia de un desequilibrio entre el reloj interno del viajero y el nuevo horario, y son popularmente conocidos como jet lag . Según una encuesta realizada por Hotelclub.es, servicio global de alojamientos online, entre sus usuarios, la mayoría opta por aclimatarse poco a poco a la nueva zona horaria (38,71%) adaptándose a las costumbres del país. Esto es, comiendo si es la hora de comer, aun sin hambre, o durmiendo si es hora de dormir, aunque no tengan sueño. Sin embargo, cada vez son más los que se rebelan contra los síntomas de este desequilibrio y deciden probar métodos propios para enfrentarse al jet lag. Es el caso del 21,55% de los encuestados. Piensan y han comprobado que practicar ejercicio es una muy buena manera de evitar que el cambio horario les afecte. Por esto, tras dejar las maletas, hacen footing, van al gimnasio del hotel o salen a caminar para no caer en las redes del jet lag . Resignación e imaginación Curiosamente, tan amplio como este grupo lo es el de los conformistas y resignados que, simplemente, sobrellevan como pueden la descompensación horaria sin aplicar ningún método para frenarla, probablemente, porque no han encontrado uno realmente eficaz. Suponen el 21,29% de los viajeros de Hotelclub.es. Sin embargo, la imaginación de los viajeros no es escasa. El 3,97% de ellos ha encontrado otra solución a estos males: comer y beber. Estas actividades que, por otra parte, tanto gustan a los españoles, se están constituyendo poco a poco también como una nueva forma de enfrentarse al síndrome del usuario de aviones. Un porcentaje más importante de encuestados, el 14,48%, piensa que el tiempo pasa más rápido mientras están durmiendo, y que así evitarán sufrir durante mucho tiempo los efectos del jet lag. Su forma, por tanto, de enfrentarse a este fenómeno es meterse en la cama, arroparse bien, y «echar un sueñecito». Según los expertos, cualquier método es bueno si ayuda a conseguir los efectos deseados frente al jet lag .