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Entrevista

«En el ser humano no hay un alma espiritual, sólo cerebro»

Francisco Mora, durante su visita a León.

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León

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El neurocientífico Francisco Mora, doctor en Medicina por la Universidad de Granada y en Neurociencias por la Universidad de Oxford, participó en León en la sesión científica organizada por la Hullera Vasco Leonesa en el Museo de León para analizar el futuro de la ciencia de la salud.

-”¿Usted no utiliza móvil por razones científicas?

-”No me considero importante, ni alguien que tenga la necesidad de ser llamado a una hora en la que no esté en mi laboratorio. He subido mi móvil a un pequeño ordenador que me avisa continuamente si tengo una llamada.

-”Como se habla tanto de las ondas que son negativas para el cerebro.

-”Eso es correcto. Es un problema muy serio pero hay muchos intereses para que esa información no llegue a la sociedad. En toda Europa se advierte de que los móviles no están indicados para menores de trece años. Es verdad que producen una pérdida de los neurotransmisores si se utilizan más de dos horas diarias, y eso en niños es premonitorio de cosas que no tenemos muy claras. Hay estudios a favor y en contra, pero dárselo a un niño es una falta de juicio enorme porque puede utilizarlo indiscriminadamente, y los consecuencias pueden ser serias. Pero yo no trabajo en eso, yo trabajo en envejecimiento del cerebro y sobre qué podemos hacer para que se retrase.

-”¿Puede definirme en una frase qué es el cerebro?

-”Es un órgano muy complejo producto de quinientos millones de años de evolución.

-”¿Cuál es el proceso por el cual las personas llegan a pensar ideológicamente diferente, tienen gustos distintos e ideas religiosas opuestas?

-”Por el marco cultural. La característica del cerebro es que es un órgano plástico, que cambia en su física, su química, su anatomía y fisiología constantemente. Cuando escuchas algo que te emociona, en menos de veinticuatro horas tu cerebro ya no es el mismo en física y química. Cambian las conexiones de las neuronas. El marco cultural en el que se vive construye cerebros y personas que son distintas a aquellas otras que viven en un marco cultural diferente, incluso en familias con un marco cultural diferente entre ellos conforman hijos que tienen una disposición intelectual distinta. Por eso es muy difícil la adaptabilidad entre la gente.

-”El pionero del ADN, James Watson, sostiene que no todas las razas son iguales en inteligencia.

-”Eso es falso. Hay un libro de un famoso evolucionista que ha mostrado con datos consistentes que a nivel estadístico las razas no muestran ninguna diferencia en cuanto a capacidades cognitivas e intelectuales. Lo del pueblo judío es un mito, hay características detrás que lo pueden justificar, pero, en absoluto, como seres humanos son más inteligentes que yo.

-”¿Hay diferencias en el cerebro de los hombres y las mujeres?

-”Sin duda. El de la mujer es más pequeño que el del hombre, pero el número total de neuronas, unas cien mil millones, es el mismo. Tienen estructuras y circuitos distintos. La mujer ve el mundo de manera distinta, el rojo que ve la mujer no es el rojo que ve el hombre. De ahí ha nacido el machismo que ha imperado en las sociedades. La neurociencia está desmostrando que el cerebro de la mujer ve el mundo distinto a como lo ve el hombre. Sólo del respeto nacerá la complementariedad, pero no porque somos iguales y vemos lo mismo. Eso da lugar al machismo en la sociedad.

-”¿Nos permitirá el cerebro alguna vez acceder a todos sus misterios?

-”El conocimiento nace del cerebro. Los neurocientíficos de hoy hemos llegado a la conclusión de que no hay más que cerebro. No hay ningún científico, ni siquiera la intelectualidad de la iglesia católica, que admita que en el ser humano hay nada más que el cerebro, no hay un alma espiritual, sólo el cerebro construido a lo largo de quinientos millones de años. Estamos llegando a la conclusión de que el mundo que nos rodea, el que vemos, no es el mundo tal cual es, es el mundo que construye nuestro cerebro, no existe el color, ni el olor, ni el sabor. Lo que usted ve es algo construido a lo largo de quinientos millones de años con códigos que han servido para sobrevivir. Si llegara un extraterrestre, con otra historia evolutiva de miles de años, jamás nos podríamos comunicar con él.

-”¿Tiene el cerebro escondido, entonces, el origen de la vida?

-”Sin duda. El cerebro es el que trae los códigos con el que nos movemos en el mundo. Estamos dando un vuelco al mundo en la neurociencia, el problema es que no llega a la sociedad, porque tiene que pasar mucho tiempo. Podemos llegar a alcanzar un mundo sin enfermedades neurodegenerativas, sin diabetes, sin esquizofrenias, sin cáncer, porque estamos descubriendo que cuando nuestros genes mutados nos predispongan a una enfermedad comenzará un nuevo mundo junto al genoma, que llamamos ambioma, que es el estudio de los determinantes ambientales que hacen que se expresen los genes. Si conocemos los determinantes ambientales y al individuo lo cambiamos de ambiente no padecerá nunca una enfermedad. El mundo tiene que adentrarse en evitar que las enfermedades aparezcan, y eso es la salud del futuro.

-”En el libro «El científico curioso» plantea usted preguntas como ¿por qué nadie se ríe cuando hace el amor?

-”El hombre no, desde luego. Y la gran mayoría de las mujeres, tampoco. El hombre no ríe porque el acto del orgasmo y la eyaculación es muy agresivo, activamos la misma parte del cerebro que cuando nos peleamos con alguien, el llamado vegetativo simpático, que es contrario al de la mujer, el parasimpático, el de relajación. El orgasmo en la mujer no sirve para nada desde la perspectiva evolutiva. Dos tercios de la mujeres no saben que existe. Es un drama. En el hombre es imprescindible para la eyaculación. La mujer no necesita el orgasmo para engendrar.

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